domingo, 29 de enero de 2012

Remembering Sunday


Me desperté bruscamente. Fue un despertar amargo, sin luz. Oscuridad. Mi rostro permanecía hundido contra el almohadón. Era mi almohada, no había duda, era inodora a mis sentidos, por lo tanto, mía.

Lo primero que hice al incorporarme fue pensar qué hacer a continuación. No conseguía mecanizar mis movimientos. Todo daba vueltas, el tiempo no existía, el espacio menos. Creo que me puse los zapatos. Sí, eso fue lo primero… además ya estaba vestido. Me había despertado con la misma ropa…

Solo recordaba haber salido a las dos de la mañana, lo demás era un cóctel nocturno de luces de neón, gente borracha, pubs infinitos...Un cóctel de cócteles. Supuse que llevaba demasiados días ebrio, de ahí mi lamentable aspecto y mi jodido dolor de cabeza. Mi único apoyo era la brisa, el aire; me tambaleaba sin llegar a caer porque él me sostenía. Ingravidez, podía sentirla. Mi mirada borrosa era mi única guía, una guía lamentablemente pésima y escasa.

Algo en mi mente comienza a funcionar. Empiezo a recordar y es cuando por fin me derrumbo. Me resbalo por la pared hasta acabar en el suelo. Me encojo, el recuerdo es doloroso.

Desayunamos juntos la última vez en domingo, pero esos dos huevos no fueron suficientes para calmar el anhelo que tenía, anhelo de ella. Me llamaba con señas, sus manos me arrastraban con una cuerda invisible, tenía una sonrisa traviesa en la cara. Sus labios se curvaban a la perfección tentándome. Yo también sonreía. Sí, empiezo a recordar este lugar. Me es familiar. Fue aquí cuando me dejó esperando en las escaleras, muriendo por acudir a ella.

Pero ¿dónde está ella? ¿Dónde ha ido? Me levanto del suelo confuso. Puede que se haya ido por mi gilipollez. Soy un idiota. Lo peor es que no recuerdo más que ese 2:00 am en mi reloj digital la noche anterior. Me preocupo, no quiero perderla. Me arreglo el pelo con las manos y salgo de aquel lugar, probablemente conocido tiempo atrás. He de encontrarla, tengo que decirle algo.

Repito el mismo proceso mil y una vez. Toco a cada puerta de todas las porterías que encuentro.
-Disculpe, estoy intentando encontrar mi vocación. Sé que es tarde y no quiero molestar, pero ¿ha visto a esta chica?- su foto lleva en mi cartera desde que nos conocimos, aun desgastada se ve la dulzura de su mirada y la perfección de sus facciones. Siempre la misma expresión de confusión y lamento en la cara de los vecinos, me aprendo una explicación mecánica- Ha estado paseando por mis sueños, y me está volviendo loco. Voy a pedirle que se case conmigo.

Ella nunca creyó en el amor. Probablemente yo tampoco, hasta que la conocí y ahora sé que quiero pasar el resto de mi vida con ella. No me importa que ella tenga miedo, todos lo tenemos y no pienso dejar que este pueda más que lo nuestro. Le hablaré francamente y me haré perdonar ¿Quién puede negar estas mariposas?

Nuevo vecino, más caras desconocidas. Suplico y lo intento pero lo único que hacen es cerrar la puerta en mis narices. Comienzo a desfallecer.
De nuevo otra puerta.
-Disculpe, estoy intentando encontrar mi vocación. Sé que es tarde y no quiero molestar, pero ¿ha visto a esta chica? Ha estado paseando por mis sueños, y me está volviendo loco. Voy a pedirle que se case conmigo.

Algunos vecinos me dicen que se mudó. No puede ser, no es posible. Éramos felices ¿por qué se mudaría? De nuevo me maldigo por todo lo que hice los días anteriores, es como si hubiera empezado una vida nueva y no recordara nada de la anterior, solo a ella en aquella mañana de domingo…

Es curioso cómo ha estado lloviendo todo el día. No le había prestado atención hasta ahora. Sin embargo parece que todo comienza a tener sentido. Sí, ahora lo tiene. La lluvia me sigue a mí, solo me mojo yo, todo a mi alrededor sigue seco; es como si las nubes me estuvieran acompañando en mi desesperada hazaña. Alguien me encuentra, puede que sea ella, desde donde quiera que esté. Algo se rompe en mí, quizás sea mi alma, mi corazón. Me desplomo en medio de la calle. Por fin lo he entendido todo. Oigo su voz.

No voy a volver, perdóname. He hecho algo terrible. Tengo miedo de decirlo. No voy a llamar como esperabas que hiciera…
Estoy confundida, seré clara: la lluvia solo está lavando nuestras  mentes, las enjuaga para que olvidemos esto. Pero te seguiré observando, cuidaré de ti a miles de pies de altura.
Ahora estoy en casa, entre las nubes.

Bueno... Decido levantarme, no me quedan lágrimas que derramar. Ya no sé si el líquido que recorre mi rostro son los restos de mi llanto o si sigue lloviendo. Tampoco sé para dónde voy. Mis pies andan solos. Alguien me empuja, la gente sigue con su día a día. Todo parece tan normal… nadie se percata de que a mí me han arrebatado la vida. Se quitó la suya y se llevó la mía con ella.

En fin, creo que debería volver a casa. Sí… volveré a casa…

1 comentario:

  1. Llanto exagerado y repentino y ruidoso!!!!!!
    ha sido taaan bonito! taan conmovedor! tan Remembering Sunday!!!!!

    Ainsssh!!! encima me has pillado en una semana (dejemoslo en un mes) sensible y ahora podría llorar y llorar hasta secarme!

    aiinsh, al principio pensé que era del otro y pensé "Jo, si que le ha sentado mal lo que le dijo Zack" pero lo entendí todo y joo! me encanta!

    Espero que el estres de los examenes no vuelvan a privarte de emocionarme así eh!

    Ainsh, que bonito ♥

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